23 jul 2015

La luz que no puedes ver


Si hay algún libro para leer este verano o en cualquier época del año es este. Me han preguntado algunos amigos, as,  que les  recomiendo y no tengo ninguna duda.
El libro ha sido galardonado con el premio Pulitzer 2015 y aunque en realidad los premios a veces no significan mucho esta vez es totalmente merecido.

Esta novela es muy especial en los tiempos que vivimos de mentiras, agobios, falta de solidaridad  y corrupción política y personal. Porque es todo lo distinto a estos males con que la TV y la Media nos presenta a nuestros ojos todos los días.
Sus personajes, dos niños cuando comienza el relato,  una niña ciega y un enclenque huérfano alemán, poseen  corazones   que  ni el mal más indescriptible pueden romper. Los dos han recibido amor, seguridad , coraje y conocimiento de lo que es el bien y el mal de su padre y hermana respectivamente. Y los han perdido en ese caos que fue la Segunda Guerra Mundial. Pero solo materialmente, porque ellos les habitan, les guían, les dan la fortaleza para vivir situaciones limites entre la vida y la muerte. En la oscuridad sobrecogedora que les rodea, ellos ven.

La narración corre paralela de una vida a la otra y solo nuestros protagonistas se encontraran unas pocas horas al final de ella. Pero cuando lo hacen se reconocen en un  pasado en el que sin saberlo una vida ha dado ilusión a la otra, se encuentran en un presente en el que la bondad que ellos poseen  les une sin palabras y se despiden con un gesto de  máximo sacrificio  para que el otro pueda tener  un futuro. Pasado, presente y futuro son toda la vida que tenemos y por la que vale la pena vivir.

Estos personajes,  casi todos los de la novela,   son un canto al amor y a la indomable capacidad del ser humano por guardar su dignidad y no aceptar a pesar de todas sus consecuencias el mal que se hace a los otros, Jutta y Frederick hermana y amigo del protagonista son  también otra  pareja de héroes anónimos pero sin los cuales el mundo no podría seguir adelante.

Anthony Doerr ha creado una obra maestra en la que ha prescindido de describir toda frustración, odio, rabia como protagonistas de su historia. ¡Enhorabuena por ello y por  tanta belleza!