El hecho de serenarnos nos permite descansar y
descansar es una condición previa para la curación. Cuando los animales del
bosque caen heridos, siempre encuentran un lugar para tenderse y descansar
totalmente durante muchos días. Cuando los humanos caemos enfermos, lo único
que sabemos hacer es preocuparnos. Vamos al encuentro de doctores y medicinas,
pero no nos detenemos. Ni siquiera descansamos cuando vamos a la playa o a la
montaña cuando estamos de vacaciones y regresamos incluso más cansados que
antes. Debemos aprender a descansar.
Tenderse no es la única posición para
descansar. Mientras meditamos sentados o caminando, también podemos descansar
perfectamente. La meditación no tiene por qué ser una ardua labor. Deja
simplemente que tu mente y tu cuerpo descansen como lo haría un animal en el
bosque. No luches, no hay necesidad de alcanzar nada. Practica de un modo que
no te canse, de una forma que dé a tu cuerpo, a tus emociones y a tu conciencia
una oportunidad para descansar. Nuestro cuerpo y nuestra mente tienen la
capacidad de curarse a sí mismos si le permitimos descansar.
De la revista Biatropia
Foto de vacaciones en el mar
No hay comentarios:
Publicar un comentario