¿Sabías que África tiene un enorme corazón verde? Se trata de la selva de la cuenca del Congo, la segunda más grande del mundo, solo superada por la selva del Amazonas.
Inmensos ríos se unen y fluyen por esta gran masa forestal, hogar
de especies únicas de animales y plantas:
aves, gorilas de llanura, gorilas de montaña, elefantes, okapis o
monos bonobos, muchas de ellas amenazadas.
Además, millones de personas dependen directamente del bosque: es su
fuente de alimentos agua, medicinas y refugio. Pero sobre todo, es
su casa. Si el bosque desaparece, sus vidas correrán
peligro.
Y es que la explotación forestal está amenazando la
cuenca del Congo. A principios de año, científicos que
visitaron la zona descubrieron que la cuenca del Congo alberga la red
de turberas más extensa del mundo. Ahora, las partes intactas de
estos bosques se están degradando y grandes áreas de selva están
desapareciendo para cultivar aceite de palma y plantaciones de
caucho. Entre 2000 y 2013, se degradó un área de bosque intacto del
tamaño de Portugal.
Los efectos son mucho más devastadores de lo que uno pueda
imaginarse: además de la pérdida de biodiversidad y
el aumento de los incendios forestales, se
reduce la cantidad de carbono que puede almacenar la selva y su
capacidad de resistir a los impactos del cambio
climático. Salvar los bosques de la cuenca del Congo, es
salvar el clima del planeta.
El barco Esperanza de Greenpeace está navegando la cuenca del Congo
para defender esta selva sagrada, por lo que significa para África y
para todo el planeta, y llamar la atención sobre la protección que
se merece.
Greenpeace
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