Hemos de decir NO a una economía de exclusión
Durante
la Cuaresma la Iglesia invita a los
cristianos a reflexionar sobre nuestra vida y nuestras motivaciones. Durante
este tiempo que vivimos ahora, estamos
todos invitados a abrir nuestros corazones a los pobres y a preguntarnos porque el sistema económico
actual no es el adecuado para eliminar la pobreza.
Este
modelo económico esta basado en la hipótesis de que el crecimiento económico y
el ínter-cambio libre nos traería mas
justicia y que esto permitiría que todas las personas estén incluidas; Sin
embargo la realidad es que la
desigualdad aumenta y los pobres están excluidos del sistema. El Papa Francisco
líder de la iglesia católica ha puesto al mundo en guardia contra una “mundializacion
de la indiferencia” que esta tomando ya raíces profundas y que ignora el grito
de los pobres. Pero lo más preocupante es que esta trayendo una especie de legitimidad
a esta economía egoísta de exclusión y
de desigualdad.
Falta
de solidaridad es la característica del sistema global económico que concentra
los recursos y las riquezas en las manos de algunas multinacionales que aparentemente
la depositan sobre los Gobiernos y los parlamentos. Mientras tanto los pobres continúan
perdiendo sus riquezas y los medios necesarios para subsistir a través de
caminos de estructuras económicas injustas que terminan en explotación ilegal de los recursos naturales y el
acaparamiento de las tierras.
Dentro
de poco todo el planeta solo estará en
manos de unos pocos que poseen toda la riqueza mundial.
¿ Pero
a quien importa?
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