Celebraron la Navidad a kilómetros de sus hogares, mientras cumplían una misión humanitaria para ayudar a los más pobres. Al saborear la sencillez, la pobreza y la alegría de sus anfitriones, tocaron el verdadero significado de la Navidad.
Navidades como ninguna otra
En otro continente, en Zambia, Pierre-Yves, voluntario de Fidesco contratado para la gestión de proyectos y el seguimiento de las obras, vivió una experiencia transformadora durante las dos Navidades que pasó en plena selva. Además del calor, fue la misa de Navidad la que marcó profundamente a Pierre-Yves, de 28 años. “La misa de Navidad es muy alegre, hay gente, mucha alegría, cantos llenos de alegria y durante la misa se hacen pequeñas obras de teatro por parte de los estudiantes... Las fiestas navideñas son la misa y punto. Estuve en el monte, la mayoría de los habitantes tienen pocos medios, no hay regalos ni fiestas con frecuencia, pero sí una verdadera comunión entre los feligreses, todos son creyentes, es muy hermoso de ver”, cuenta.
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