El Programa Mundial de Alimentos suspendió la distribución de alimentos en dos localidades de Etiopía tras saquear suministros en los que el personal no pudo detenerse debido a la intimidación. El portavoz de la ONU confirmó que una gran cantidad de alimentos humanitarios y artículos nutricionales para tratar a los niños desnutridos fueron robados y saqueados. Este es un problema crítico que socava la capacidad de la ONU y de todos los socios humanitarios para brindar asistencia cuando más se necesita, lo que agrava la inseguridad alimentaria de alrededor de 9,4 millones de personas en el norte de Etiopía. Los camiones del PMA fueron confiscados por personal de la militaria y utilizados para sus propios fines. Que Dios dé al gobierno federal y a los líderes de la región norteña de Tigray la sabiduría para cesar el fuego y poner a los civiles en primer lugar.
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