Esta mañana una amiga católica practicante, de esas que acuden convencidas casi todos los días a la Eucaristía me ha contado que ayer durante las oraciones por los fieles un sacerdote de una cierta edad dijo esta oración a viva voz en la petición de los fieles:
-Pidamos por nuestros políticos que están pasando unas vacaciones muy buenas pagadas por todos los contribuyentes y que son todos unos sinvergüenzas.
La verdad es que no he podido dejar escapar la carcajada y el contestar que “mas claro, agua”.
Para mi el chiste mas grande y también lo que me ha causado mas cavilaciones durante las ultimas semanas es el pensar que como es posible que a principios del verano tuviéramos tantos problemas políticos tipo bombazo: los escándalos de corrupción del PP, los millones de desempleados, las arcas del Estado vacías , la lucha entre empresarios , trabajadores y Sindicatos, los oídos sordos a las recomendaciones de la Unión europea de que España no puede seguir así con el déficit que tiene sin peligro al hundimiento total y que llegados ya a finales de Agosto no se haya incendiado nada mas que los consabidos montes de todos los años. ¡La verdad es que no me lo creo! Pero ha sido así. Por lo que se me ha ocurrido pensar en quien podría haber toreado tantos toros miuras a la vez y mirando y remirando los rostros de quienes forman nuestro Gobierno los he ido eliminando poco a poco por sentir que no tenían la suficiente masa gris para ello hasta que de pronto me he fijado en un señor con barbita, delgado y algo blancuzco que sale mucho en la tele para informarnos de cómo va el desmantelamiento de los zulos de la ETA y su aparato logístico y entonces si, ya ha saltado la chispa. ¡Es él, tiene que ser él, no hay otro que pueda haberlo hecho! Yo creo que a este señor le pongo una caja de bolillos delante de esas que tenia mi abuela y me hace un encaje!
Por cierto que bastantes personas me han preguntado que pensaba de los trajes italianos del Sr. Camps y siempre he sido sincera y he contestado lo que sabia: que cuando pasábamos hace muchos años los Domingos del verano en la Cañada, el padre del actual presidente de la comunidad valenciana le decía a mi hermana que a ella si, que a ella la quería mucho pero que ya no podía mas con el Julito Iglesias. Y es que mi hermana a la hora del baño en la piscina agarraba el casete de música y lo ponía en el algarrobo que estaba al lado de los setos que limitaban los dos chalets y dale que te dale repetía el nuevo disco de Julio Iglesias hasta la saciedad. ¡Menuda tortura para nuestros vecinos!
Yo en serio, de moda y trajes italianos no entiendo nada.
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