Foto Reuter
Es difícil
como individuo, grupo o nación saber como actuar delante de los problemas del
cambio climático. Como otros problemas globales que son ambientales estos retos
son económicamente, ambientalmente y social mente muy complejos. Llevan consigo
temas éticos y generan muchos desacuerdos entre diferentes grupos de gente.
Sin embargo,
la gente que viven en ciudades entiende el contexto de los climas en que se
encuentran mucho mejor que los científicos.
Esta
complejidad es más aparente en ciudades en donde muchos grupos diferentes de gente
con diversas culturas y perspectivas están viviendo. Y las ciudades, ya sabemos
todos, son los puntos más acuciantes por los problemas que están relacionados
con el cambio climático.
Pero la
buena noticia es que las ciudades también poseen el potencial para producir las
soluciones a los problemas de los cambios climáticos porque ellas poseen redes
grandes de intercambio, tecnología y grupos de gentes que tienen diversas
perspectivas. Este fue el principal y más importante mensaje que surgió del
Panel que se producía por primera vez sobre Ciudades de distintos Gobiernos en el Cambio climático y que se
reunió en Canadá.
La Ciencia
sola no puede proveer todas las respuestas a las ciudades que sufren cambios
climáticos debido a un clima extremo.
Las diferencias sociales, culturales, económicas e históricas deben de
ser consideradas cuando se planifican las respuestas al clima. Y son los
ciudadanos residentes y las autoridades locales los que tienen ese contexto.
Aquí es donde la contribución de conocimientos puede ser muy útil. Es un
proceso que reconoce la importancia de los tipos de conocimientos múltiples y
las perspectivas para construir una comprensión total de los problemas
complejos.
El proyecto
de La Futura Resiliencia de las ciudades Africanas y Tierras utiliza el
conocimiento de coproducción reuniendo juntas un numero diferente de personas
de distintas áreas de experiencia de ciudades corrientes. Esto se hizo con
nueve ciudades Africanas: Durban, Blantyre, Cape Town, Gaborone, Harare, Johannesburgo,
Maputo, Lusaka y Windhoek, Estas personas consideró las prioridades de las
gentes, la historia de las ciudades y sus contextos y cuales eran los factores
que afectaban el clima.
Estas preguntas
son las que sirvieron de guía para estudiar nuestros objetivos cuando personas
de Gobierno, ONG, grupos de sociedad civil y académicos estaban reunidos cara a
cara para discutir y explorar los temas contextuales y encontrar posibles
soluciones.
Poniendo a la gente en el centro de
todo
Este proceso
ha obligado a los investigadores a tener bien en cuenta a la gente local por
cada ciudad. Hemos tenido muy en cuenta los riesgos del clima y las respuestas
que se han de dar porque las necesidades y peligros que se corren en cada ciudad
son muy diferentes.
A través de
la Historia, la ciencia ha informado de muchas decisiones desarrolladas. Una
dinámica se ha puesto en práctica entre los que usan la ciencia y los que la
producen. Estas conversaciones ponen a la gente en el centro del proceso de los
investigadores en lugar de solo un contenido científico. Estos procesos apuntan
con claridad las limitaciones de la ciencia y valoran igualmente distintas
formas de conocimiento.
Los Centros
de Investigación y los donantes financiaron los programas generalmente
basándose en conocimientos científicos sobre todo los que se producen en el hemisferio
norte. Muchas de estas instituciones y programas también miden su éxito utilizando
métodos rígidos que se focalizan mas en objetivos y resultados y menos en como
la gente aprende a través de esos diálogos.
Lo que es
importante en nuestro trabajo es que el conocimiento científico no es
considerado más importante que el conocimiento que tienen los que hacen las
decisiones y los civiles. Estas gentes comprenden los efectos de un cambio
climático en contexto y pueden identificar las respuestas que exigen ese
contexto. Por ejemplo, los civiles en Harare tienen una buena idea de como las
influencias fuertes políticas interactúan con las consecuencias de sequias frecuentes.
La gente de Botsuana puede ofrecer conocimiento de nuevas formas de
comunicación que apoyen respuestas tales como las que la comunidad local
llama “plazas libres”.
Soluciones que emergen
El proyecto
de Futuro Resiliencia de las Ciudades Africanas y Tierras esta dando
fruto. Por ejemplo, científicos y
políticos en Lusaka están en el proceso de finalizar cuatro leyes sobre temas
del agua en la ciudad. Han reflexionado de como el cambio climático afectara
estos temas y han salido al paso con soluciones posibles. Estos grupos se
sentaron juntos durante varios días en la misma habitación para dar forma a
problemas contextuales y las posibles soluciones todos unidos.
Esto es
diferente de la manera usual en que los científicos del clima que producen
información y entonces la pasan en cadena a los que deben usarla. En Blantyre,
Gaborone, Harare, Lusaka Maputo y Windhoek los gobiernos de las ciudades están
trabajando con científicos, ingenieros y civiles para producir narrativas a
cerca del futuro de las ciudades en frente de los cambios climáticos. La
capital de Namibia utilizara sus relatos junto con otras informaciones
importantes sobre el clima en el desarrollo del Plan de Acción y Cambio Estratégico
de la ciudad de Windhoek.
Procesos
como estos ayudan a crear relaciones entre los gobiernos, investigadores, y
grupos civiles al igual que entre diferentes departamentos de un gobierno. Estas
redes apoyaran los cambios de clima en las ciudades después de que el proyecto
de Resistencia futuro de las Ciudades Africanas y Tierras termine.
Por Marc
Leonard
Traducido
del inglés
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